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Una Misma Piel y el Corazón



Cada vez que leo o escucho que alguien fue discriminado, abusado o incluso asesinado por ser diferente, eso me hace recordar las experiencias que he tenido al cruzar la frontera, varias veces me han detenido en la aduana para realizar una segunda inspección. He cruzado la frontera muchas veces y se cómo son esas inspecciones. Una vez en el consulado de Tijuana (Frontera México-Estados Unidos), durante el tiempo de la guerra de Irak; me detuvieron para interrogarme si traía algo en una mochila.


Me preguntaba por qué me hacían esto, sino no tengo ninguna violación ante ley o estoy ocultando algo en el carro; terminaba pensando tal vez sea algo de rutina; solo ponía mis huellas, me preguntaban algo y me decían todo está bien pase.


Hasta que alguien me dijo que mi aspecto físico se puede confundir con alguien originario del medio oriente. Esto es un perfil racial, claro que eso no se admite se hace de una manera muy disfrazada para evitar demandas.


Lo cierto que también hay oficiales amables y respetuosos de diferentes instituciones de gobierno que me han atendido muy bien y esos mismos oficiales tiene orígenes diferentes. Las organizaciones de gobierno que son fundadas para cuidar los derechos de los ciudadanos y para el bien común no están para discriminar. Los perfiles raciales son ideas que se van programando en las mentes de personas que quieren vivir con prejuicios raciales o para llamarle de otro modo sus propias ideologías.


Solo quiero hacerlos reflexionar que vayamos más allá de lo que vemos en las noticias, el problema de abuso está registrado a lo largo de la historia y no solo la culpa la tiene una persona. Nosotros también somos parte del problema cuando “programamos” a nuestros hijos a tener prejuicios sobre los demás.


Los sucesos de falta de respeto a la vida se repiten a diario, los asesinatos, muerte, genocidio esta todos los días, las personas ya están casadas de esto y por eso se protesta, el expresar los desacuerdos con la forma que se trata a la vida es normal, pero nunca se justifica con más violencia, podemos usar otras maneras, como educar a la familia, al diálogo para el respeto de las diferencias, respetar la vida desde la concepción hasta la muerte natural. De los 10 mandamientos, hay uno que dice No MATARAS, debemos de ver ese mandamiento no solo como quitar la vida a una persona, sino no matar la alegría, la armonía, el amor, la paz, las buenas costumbres, el bien común, etc.


Las desigualdades sociales también se dan en el marco de todos estos problemas, porque se discrimina a la gente de bajos recursos y se les confina o aglomera o junta en barrios marcándolos como zonas de pandillas que son controlados por el crimen y la violencia.

La sociedad no tiene que sufrir estas desigualdades, ya que estos problemas debieron de haber dejado de existir décadas atrás solo con desarrollar políticas sociales para el bienestar de las familias, teniendo acceso a la educación, creación de oficios, desarrollo de una cultura de formación que ayuda al medio donde vives para que no lo perjudiques, acceso a financiamiento de micro empresas, etc. Educación de respeto a las diferencias.


En esta sociedad donde impera el individualismo y un capitalismo voraz es “tierra fértil” para las desigualdades y esto provoca una molestia por aquellos que tienen mejores oportunidades y recursos económicos. Estas “guerras” raciales empiezan desde casa cuando no educamos a la nueva generación y solo manejaos un estereotipo sobre el origen y cultura de las personas diferentes a nosotros, cuantas veces decimos algo de alguien por ser solo diferente, no hay ese respeto. Por eso la culpa es de todos porque al quedarnos sin hacer nada somos parte del problema.


Nuestra piel pude ser de diferente color, pero internamente somos lo mismo, el mismo color de sangre.. No debemos olvidar que nuestra piel, estatura, condición corporal esta adaptada al lugar donde vivimos, una piel oscura, café, amarilla o blanca es solo parte de nuestra naturaleza.


Los prejuicios raciales van a dejar de existir en la medida que eduquemos a nuestras familias, a nuestra comunidad y surjan líderes que en verdad les importe el cuidar los derechos de los ciudadanos y velen el bien común sin distinciones, de raza, nivel social, creencia religiosa, etc.


Finalmente, cuando estamos unidos, nos respetamos y nos amamos, las bendiciones fluyen. Pero cuando no tenemos unidad estamos desgraciados por que la gracia no fluye, LA MATAMOS con nuestro egoísmo.


Un abrazo y bendiciones.

 
 
 

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